De: Cancionero y
romancero de ausencias
Autor: Miguel Hernández
Besarte, mujer,
al sol, es besarnos
en toda la vida.
Ascienden los labios
eléctricamente
vibrantes de rayos,
con todo el fulgor
de un sol entre cuatro.
Besarte a la luna,
mujer, es besarnos
en toda la muerte.
descienden los labios
con toda la luna
pidiendo su ocaso,
gastada y helada
y en cuator pedazos.