Laceria
Autora: Juana de Ibarbourou

No codicies mi boca. Mi boca es de cenizas
y es un hueco sonido de campanas y risa.

No me oprimas las manos. Son de polvo,
mis manos,

y al estrecharlas tocas comida de gusanos.

No trences mis cabellos. Mis cabellos son tierra
con las que han de nutrirse las plantas de la tierra.

No acaricies mis senos. Son de greda, los senos
Que te empeñas en ver como lirios morenos.

¿y aú me quieres, amado? y aún me mi cuerpo
pretendes
y, largas de deseo, las manos de mí tiendes.

¿Aún codicias, amado, la carne mentirosa
Que es ceniza y se cubre apariencia de rosas?

Bien tómame. ¡Oh laceria!
¡Polvo que busca polvo sin sentir su meseria!

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Copyright El Diablo Rey.
Last revised: Enero 24, 2010.
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